Málaga

Cuando uno comienza a fotografiar, al principio, piensa que las mejores imágenes las va a conseguir lejos de su ámbito natural, de donde uno hace su vida habitual. Es un proceso normal hasta que se normaliza en base a la experiencia, aunque cada persona es un mundo y escoge diferentes caminos para ello, o no.

Viví muchos años en esta ciudad de la costa andaluza y tarde en fotografiarla, al principio. Después la fui mirando poco a poco, de forma pausada. Es una ciudad que te atrapa y los malagueños son los “culpables”, sí, tienen una especial forma de enfocar la sensación de vivir: todo es posible, pero si se hace con ilusión, con alegría, con vitalidad, mejor, mucho mejor.

Todo ello dentro de una ciudad repleta de historias, de ayer y de hoy, así como unos espacios muy marcados en el sentir de los malagueños: calles, plazas, antiguas tabernas, mercados y rincones sagrados donde se vive de otro modo y sus ritos, que durante una semana al año, un tiempo santo, trasforma a la ciudad y a sus gentes. El arte comenzó a penetrar en esta ciudad hace unos años y ahora es un espacio privilegiado a nivel museístico. Como ciudad que vio nacer a Picasso, es toda una declaración de intenciones.

Localización: Málaga, Andalucía (España)